Crítica Antológica a Sostenella y Enmedalla
Subtitulado “Sostenella y Enmedalla”, este texto constituye el prefacio al libro “Una Introducción a Humania”, obra seminal de la historiadora Luz del Sol Vázquez.
Nacida en la Ciudad de la Costa, en lo que fuera Uruguay, Luz del Sol ocupó distintas posiciones de responsabilidad, tanto civiles como militares, durante las Guerras Xenociviles y, aunque se discute su participación real en las diversas batallas que se le atribuyen, es aceptado su desempeño solvente en todas las posiciones en las que fue asignada.
Concluidas las Guerras Xenociviles, Luz de Sol alcanzó un éxito inconmensurable con sus obras históricas y fue convertida en mito y modelo incluso antes de su fallecimiento. Durante siglos, personajes y potentados de todo tipo se han atribuido ser descendientes de Luz del Sol mediante el uso de los más burdos ejercicios de gimnasia genética, probablemente con un fervor solo superado por el anhelo de parentesco con Anitta de Anatolia.
“Una Introducción a Humania”, escrita apenas terminadas las Guerras Xenociviles, pronto se convirtió en “La Introducción a Humania”: punto de partida de infinitos textos de todo género y calidad, archiconocida y de cita obligatoria, memorizada por estudiantes y reinterpretada hasta la saciedad en muchas de las crisis subsiguientes de Humania.
En definitiva, “Una Introducción a Humania” se convirtió durante mucho tiempo en una estrella de referencia y su luz guio (o sirvió interesadamente de guía) a sucesivas generaciones en los más diversos recorridos de la mente y la praxis
Aunque la obra no se libró del enmascaramiento duranta la “Gran Armonización”, al tratarse de una obra ya clásica (y por aquella época ya más conocida que realmente leída), fue sencilla su recuperación y restauración.
La Crítica Antológica, incluso la más severa, siempre ha coincidido en la veracidad, fidelidad y nula corrupción de las reproducciones de “Una Introducción a Humania” conservados en sus depósitos. Posiblemente se trate de la obra mejor conservada y de mayor pureza e integridad de las que se atribuyen con seguridad a Luz del Sol.
Menos consenso ha habido, no obstante, en su valoración a lo largo de las diversas reelaboraciones de la Antología de Humania: desde su censura como hipócritamente ecléctica por sus citas del refranero más antiguo y el uso de conceptos mal asimilados de la filosofía India y China; hasta la justificación ciega de sus más evidentes defectos de falta de precisión, exactitud en los datos y uso correcto de las fuentes, que serían salvados por la plasmación de un programa de Humania que sirviera de referencia para todas las incertidumbres del futuro.
Actualmente, se coincide en no situar a Luz del Sol ni en el altar ni en el muladar, sino en interpretar su obra como un producto de su época y sus circunstancias, que explican su carácter apasionado, prescriptivo y ciertamente romántico. Una obra más académica no habría funcionado en los cimientos de Humania.